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El viento invernal puede ser agresivo para la delicada piel de los niños, provocando quemaduras de viento, una afección en la que la piel se enrojece, se seca e irrita debido a la exposición prolongada al frío y al viento. Si bien las quemaduras de viento pueden parecerse a las quemaduras solares, se deben a los efectos secantes del viento frío y no a la exposición a los rayos UV. Aquí te explicamos cómo prevenir y tratar las quemaduras de viento en niños, asegurando que su piel se mantenga protegida y cómoda durante las actividades invernales al aire libre.

1. Usa una barrera protectora antes de salir al exterior

Aplicar una capa de ungüento o crema protectora puede ayudar a proteger la piel de tu hijo de la exposición al viento:

Elige un ungüento espeso y sin perfume: Busca ungüentos como vaselina o bálsamos diseñados específicamente para proteger la piel sensible.

Aplicar en las zonas expuestas: Cubre las mejillas, la nariz y cualquier otra zona expuesta con una capa fina de ungüento antes de salir al exterior.

Reaplicar según sea necesario: Si tu hijo juega al aire libre durante períodos prolongados, vuelve a aplicar el ungüento cada dos horas para una protección continua.

Crear una barrera en la piel ayuda a retener la humedad y evita que el viento la reseque.

2. Viste a tu hijo con varias capas y usa una bufanda

La ropa y los accesorios adecuados pueden bloquear el viento y proteger la piel de la exposición directa:

Vístelo con capas abrigadas y transpirables: Las capas mantienen a tu hijo abrigado y te permiten ajustarle la ropa según sea necesario.

Usa una bufanda o mascarilla: Cubre la parte inferior del rostro, la nariz y las mejillas con una bufanda suave o una mascarilla para proteger las zonas sensibles del viento.

Usa un gorro que cubra las orejas: Un gorro abrigado ayuda a proteger la cabeza y las orejas de tu hijo, lo que reduce el riesgo de quemaduras por el viento en estas zonas.

La ropa protectora es esencial para minimizar la exposición al viento frío y prevenir las quemaduras por el viento.

3. Hidrata la piel regularmente para prevenir la sequedad

Mantener la piel hidratada es clave para evitar las quemaduras por el viento, ya que la piel seca es más propensa a la irritación:

Usa una crema hidratante suave y sin perfume: Opta por una crema hidratante diseñada específicamente para piel sensible y sin irritantes.

Aplícala antes y después de las actividades al aire libre: Aplica la crema hidratante antes de salir y vuelve a aplicarla después de jugar al aire libre para reponer la hidratación perdida.

Concéntrate en las zonas vulnerables: Presta especial atención a las mejillas, la nariz y los labios, que son las zonas más propensas a sufrir quemaduras por el viento.

La hidratación regular ayuda a fortalecer la barrera natural de la piel, haciéndola menos susceptible a las quemaduras.

4. Limita el tiempo que pasas al aire libre en días ventosos

En días particularmente ventosos, es mejor limitar la exposición al aire libre tanto como sea posible:

Reduce el tiempo que pasas al aire libre: Si tu hijo es propenso a las quemaduras por el viento, limita los juegos al aire libre a periodos más cortos cuando hay viento.

Planifique descansos en interiores: Lleve a su hijo al interior periódicamente para que se caliente y vuelva a aplicarle crema hidratante si va a estar al aire libre durante períodos prolongados.

Elija áreas protegidas para jugar: Procure encontrar lugares resguardados para actividades al aire libre, como áreas rodeadas de árboles o edificios.

Reducir el tiempo al aire libre en días con mucho viento disminuye las probabilidades de quemaduras por el viento y protege la piel de su hijo.

5. Trate las quemaduras por el viento con remedios naturales calmantes

Si su hijo sufre quemaduras por el viento, los remedios calmantes pueden ayudar a aliviar las molestias y acelerar la curación:

Gel de aloe vera: El aloe vera es naturalmente refrescante y antiinflamatorio, lo que lo hace eficaz para calmar la piel enrojecida e irritada.

Aplique una compresa fría: Aplicar suavemente un paño frío y húmedo sobre las zonas quemadas por el viento puede reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Use una crema hidratante sin perfume: Una crema hidratante o ungüento rico ayuda a reponer la humedad y reducir la sequedad en las zonas afectadas.

Estos remedios pueden ayudar a aliviar los síntomas y promover la curación, haciendo que su hijo se sienta más cómodo mientras su piel se recupera.

6. Evite una mayor irritación en la piel quemada por el viento

Al tratar la quemadura por el viento, es fundamental evitar cualquier cosa que pueda causar irritación adicional:

Evite los jabones y exfoliantes fuertes: Use un limpiador suave sin perfume y evite frotar las zonas quemadas por el viento para prevenir una mayor irritación.

Evite el agua caliente: El agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, así que use agua tibia para lavar las zonas afectadas.

Mantenga la piel protegida: Hasta que la quemadura por el viento sane, evite exponer la piel afectada a vientos fríos y aplique una barrera protectora antes de salir.

Ser cuidadoso con la piel quemada por el viento ayuda a reducir el dolor y acelera el proceso de curación.

7. Hidrátate de adentro hacia afuera

Beber agua ayuda a mantener la piel hidratada, lo que puede reducir el riesgo de quemaduras por el viento y favorecer su salud:

Fomenta el consumo regular de agua: Incluso si hace frío afuera, asegúrate de que tu hijo beba agua durante todo el día.

Ofrece alimentos ricos en agua: Alimentos como naranjas, pepinos y sopas contribuyen a la hidratación, ayudando a mantener la piel sana.

Limita las bebidas azucaradas y con cafeína: Estas bebidas pueden deshidratar, así que prioriza el agua para una hidratación óptima.

Una piel hidratada está mejor preparada para resistir los efectos secantes del viento, lo que reduce el riesgo de quemaduras por el viento.

Consideraciones finales

Prevenir y tratar las quemaduras de viento en niños implica una combinación de protección, hidratación y cuidado delicado. Al crear una barrera con ungüentos, vestir adecuadamente a su hijo y cuidar su piel con regularidad, puede mantener su piel protegida y cómoda. Y si se produce una quemadura de viento, los remedios calmantes y una rutina de cuidado delicado ayudarán a aliviar los síntomas y a acelerar la recuperación. Con estos consejos, su hijo podrá disfrutar de la diversión invernal al aire libre sin las molestias de las quemaduras de viento.